Por: Efraín Guerra Carbuccia
Listindiario.com.do
Los gobiernos, al igual que una empresa privada, deben
mantener una imagen bien posicionada en base a una buena estrategia de
comunicación. Los que adecúen sus mensajes a sus propósitos, en el caso de las
empresas privadas, alcanzarán provechosos niveles de ventas, y los gobiernos
obtendrán la diferenciación, lo que les generará índices de popularidad.
En épocas de vacas gordas, los trabajos de relaciones
públicas son limitados o simplemente obviados, no se percibe necesidad de gasto
extra, no fue necesario hacer uso de las relaciones públicas.
A inicios de año, el Estado es sorprendido con la mayor
crisis económica desde 2008.
Una crisis que llegó a la isla, originada en el patio de
nuestro mayor socioeconómico, Estados Unidos, e irradiada a cada recóndito de
los cinco continentes.
Altos precios de las materias primas, crisis alimentaria,
energética, inflación, recesión, fueron su resultado.
El pánico sacude con más fuerza a los países con menos
recursos y entre ellos estamos nosotros.
Para enfrentar la crisis el gobierno dominicano dispone aprobar
un paquete de medidas llamado “paquetazo fiscal”, que provoca, antes de que se
aprecie en el bolsillo de nosotros, un descontento generalizado en la población
que culmina con una huelga de vehículos el lunes 11 de julio.
En este momento estamos haciendo una cronología de los
hechos, no estamos analizando si estaba bien o mal la puesta en escena del
paquete fiscal, en esa o en otras dimensiones, lo que sí queremos hacer notar
es que los vehículos de comunicación no fueron adecuadamente usados para amortiguar
lo que los especialistas en la materia podrían ver venir.
En caso de que no se hubiese podido predecir exactamente la
crisis, lo recomendable hubiera sido que el gobierno, repito, dispusiera de un
conjunto de herramientas de prevención enmarcadas en el seno de un Plan de
Comunicación, el cual se ha de idear y aplicar teniendo en cuenta principios
para una gestión y una comunicación eficaz; y lamentablemente en estos períodos
del partido morado, los huevos no han sido suficientemente cacareados, de lo
contrario, otra historia se hubiera contado.
Al candidato morado, licenciado Danilo Medina, le tocará de
nuevo enfrentar un mar sumamente agitado en las próximas elecciones, contra un
candidato que ya enfrentó hace doce años, pero que en esta ocasión apreciamos
que está mucho más preparado a los balanceos de un mar agitado; y como dice un
refrán popular inglés: “Un mar calmado no hace buenos marineros”.
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