Sueña extraño pero, créase o no,
el Museo de Arte No Visible vendió por esa cifra una de sus "obras
maestras", la cual solamente se aprecia al leer su descripción.
¿Usted pensaba que el arte moderno y abstracto había
alcanzado su límite con esculturas minimalistas al extremo y pinturas con
trazos que parecen realizados por niños de dos años? Pues estaba equivocado.
Una mujer, cuyo nombre se desconoce, compró recientemente
al MONA, o Museo de Arte No-Visible (Museum of
Non-Visible Art, tal su nombre en inglés), una pieza que no se puede ver
llamada "Aire fresco", por la cual pagó la exorbitante cifra de
10.000 dólares.
La obra forma parte de un proyecto del Museo que pretende
llevar al arte conceptual a un nuevo nivel y alojar piezas que no existan en el mundo físico, sino solamente en la
imaginación del artista. Cuando alguien compre alguna de esta inusuales creaciones,
lo único que recibirá a cambio es una tarjeta con la descripción de la
"obra" por el autor y una carta de autenticidad. Así, podrá exhibirla orgullosamente y describírsela a sus amistades.
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